Viviendo como la madrastra del villano

Traducido por: Suni

Capítulo 85 - Cartas misteriosas (1)

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"¡Es!" Respondió alegremente, asombrado de puro asombro. No apartó los ojos del anillo mientras daba vueltas suavemente en el aire.

"¿Alguna vez has oído hablar de los anillos antes?" preguntó Lila. La forma en que el chico inclinó la cabeza hacia un lado hizo que pareciera que era la primera vez que escuchaba esto. Lila se entusiasmó con lo adorable que se veía. “Hir, ¿quieres hacer una estrella como esta?”

"¿A mí?"

"Sí." Lila respondió, sin dudar en sus palabras.

Hir se rascó levemente la cabeza mientras asimilaba las palabras de Lila. "¿Puedo hacer esto?" Sus ojos se dirigieron hacia el anillo.

"Se puede con la práctica".

Hir enderezó la espalda y preguntó con timidez. "¿Cómo?"

A Lila le agradó que le interesara la idea de hacer un anillo. Miró su anillo y lo hizo brillar aún más lo mejor que pudo. La luz dorada se reflejó en los propios ojos de Hir.

"Será difícil al principio, pero podrás hacerlo mientras sigas practicando". Lila explicó cuidadosamente las sensaciones que uno sentiría al hacer un anillo, pero consideró que su explicación era deficiente ya que no podía describir completamente la mecánica del mismo. Hir escuchó atentamente pero aún no pudo producir uno, y Lila decidió que lo llevaría a Hizette uno de estos días.

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"Señora, llegó una carta para usted". Jane le dijo a Lila que estaba leyendo un documento.

“Ponlo ahí, por favor. Gracias."

A Lila le dolían los brazos después de acariciar la espalda de Hir anoche durante bastante tiempo. Jane colocó la carta sobre la mesa y dio media vuelta para salir cuando se detuvo. "Señora, ¿hay algo que le gustaría beber?"

"Estoy bien." Respondió Lila, sin levantar la vista del papeleo en el que estaba concentrada. Jane le recordó que descansara cuando pudiera. Lila asintió y murmuró su gratitud.

En el momento en que salió el sol y los pájaros comenzaron a cantar para señalar un nuevo día, Lila había estado pegada a su asiento casi todo el tiempo, trabajando en todo lo que podía conseguir sin parar. Solo fue interrumpida cuando Jane fue a su habitación al mediodía para informarle de la carta.

"Entonces seguiré adelante y prepararé una deliciosa comida para el joven maestro". dijo Jane, que no quería molestar más a Lila.

"Gracias." Lila dijo amablemente. Jane le dirigió una sonrisa antes de cerrar la puerta detrás de ella, dejando a Lila en su privacidad.

Lila levantó la vista después de un largo rato. Cerró los ojos con fuerza y ​​se cubrió la cara con las palmas de las manos. Podía sentir lo cansados ​​que estaban sus ojos después de pasar la mayor parte del día leyendo página tras página. Las cosas que preocupaban a Doug Blake le quitaban mucha energía. Si bien sabía que convertir a Senior en la cabeza de la familia Hiln no era una tarea fácil, los obstáculos que la acompañaron fueron abrumadores. Las conexiones personales de Senior eran solo un puñado en comparación con las de Dawson, y él había sido el que había sido criado como heredero.

Debería decirle a Senior que organice una fiesta, pensó. Senior necesitaba todas las conexiones que pudiera obtener, ya que lo que tenía en este momento no era suficiente. Lo que Lila tenía que hacer era consolidar el lugar de Senior entre los aristócratas para obtener su máximo apoyo. Para llevar a cabo su plan, necesitaba que todos vieran que Senior era el segundo al mando de la familia Hiln, que ella era igual a Dawson, no alguien que estaba por debajo de él.

Invitar a Doug Blake a la fiesta también parecía una buena idea.

Y tal vez la fiesta debería celebrarse justo después de la ceremonia de matrimonio de Lila. Golpeó su pluma contra su barbilla distraídamente mientras revisaba dos veces la fluidez de sus planes. Después de un latido de contemplativo silencio, decidió enviar una carta a Lacias usando una paloma mensajera. Él le dijo que averiguaría para qué se estaba utilizando el edificio, al que entró Doug Blake, y ella sabía que la contactaría una vez que se enterara. Sin embargo, eso no impidió que quisiera enviarle una carta. Aplanó una hoja de papel sobre la mesa y colocó la punta de su pluma sobre la hoja solo para descubrir lo difícil que es escribir una. Era la primera vez que ella había hecho esto.

Hola Lacias.

Ella se sobresaltó, pero las dos palabras parecían poco naturales. Tachó las letras con tinta. Tomó otra hoja y solo escribió lo necesario.

Por favor, hágame saber para qué se utiliza el edificio en el que entró.

La carta parecía ser corta y abrupta, pero aún así enrolló el pergamino y lo ató con una cinta. Lo único que le queda por hacer es pedirle a Jane que le traiga una paloma mensajera.

Lila se puso de pie después de varias horas de estar sentada. Le dolía la espalda mientras giraba su cuerpo de lado a lado, notando la elegante tarjeta que Jane había dejado sobre la mesa unos momentos antes. La tarjeta se deslizó de su mente por completo. Decidió comprobarlo primero antes que nada.

 

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