Viviendo como la madrastra del villano

Traducido por: Suni

Capítulo 84 - En los brazos de la madre (2)

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"¿Sí?"

Hizo una pausa, aparentemente ordenando sus pensamientos. "Me dijiste que podía hacer lo que quisiera".

"Sí, lo recuerdo." Lila asintió. El rostro de Hir se iluminó ante su respuesta, tragando saliva nerviosamente antes de continuar.

"Puedo preguntarte algo..?"

"Por supuesto. ¿Qué es?" Lila podía sentir lo nervioso que estaba Hir. El agarre que tenía en su manga se movía un poco y ella se preguntó qué era lo que le preocupaba. Lila le sonrió con seguridad.

"Puedo.."

“¿Puedes…” Lila inclinó la cabeza, instándolo a continuar.

"¿Puedo dormir contigo?" Hir se quejó mientras jugaba con sus dedos. Parecía una oveja joven frente a su pastor, y Lila no pudo evitar reírse al verlo.

"Por qué te ries de mi..?!" Hir frunció el ceño, el calor floreció en sus mejillas.

"¿Por qué te ves tan serio?" Lila preguntó en broma.

"Crees que actúo como un niño, ¿no?" Hir inclinó la cabeza como si estuviera avergonzado de sí mismo.

Lila sonrió ante eso. "Bueno, tú eres uno". No había burla en las palabras de Lila, pero Hir se sonrojó de todos modos.

"¡No no soy! Soy... Sus palabras se alejaron de él.

"Estás..?"

Sin saber cómo responderle, Hir cerró los labios con fuerza en señal de rendición. Su cara estaba roja como un tomate llegando hasta sus orejas.

Afortunadamente para él, Lila no quería estresarlo más. "Me preguntaste si podías dormir conmigo, ¿verdad?"

"Sí." Hir tarareó en silencio.

"¿En mi cuarto?"

Hir asintió. "Si eso está bien..."

"Vamos a mi habitación entonces". Los ojos de Hir brillaron intensamente de emoción, y recordó los ojos de Lacias que eran igual de expresivos. Ella lo levantó en sus brazos y lo cargó.

"Por favor, bájame...", dijo, pero aún encontraba sus brazos rodeando su cuello mientras la sujetaba con fuerza. Ella sonrió y lo acercó más a él en su abrazo, dándose cuenta de que su cuerpo se había vuelto un poco más grande. Ya no estaba tan delgado como antes. Incluso con lo pesado que era, sabía que aún podría llegar a su habitación con Hir en sus brazos.

"¿Todavía tienes pesadillas?" preguntó Lila.

"A veces lo hago."

“No tienes que preocuparte. Te mantendré cerca durante toda la noche. Aseguró con una voz reconfortante.

Lo sintió asentir contra su hombro. Lo que Lila no vio fue la enorme sonrisa que se dibujaba en el rostro de Hir.

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"Rock-a-bye bebé en la copa del árbol,

Cuando sople el viento, la cuna se mecerá.”

Ha pasado casi una hora desde que Lila le cantó canciones de cuna para calmarlo hasta que se durmiera, incluso acariciando su espalda suavemente, pero Hir todavía estaba completamente despierto. "Hola, Hir".

"¿Sí?"

"¿Aún no tienes sueño?" preguntó Lila.

El chico negó con la cabeza en respuesta. "De nada. Las canciones suenan muy bien y me gusta oírte cantar. ¿Cómo haces eso?” Parecía que el sueño no llegaría pronto, sus ojos tan brillantes como la luna.

"¿Puedes cantar Twinkle Twinkle Little Star de nuevo?" Cuando Lila tarareaba las canciones con una voz melosa, a Hir le habían gustado instantáneamente las melodías que escuchaba por primera vez.

A su lado estaba una soñolienta Lila que apenas podía mantenerse despierta. Su promesa de quedarse despierta con él toda la noche fue lo único que evitó que se quedara dormida. Lila tomó una posición sentada y apoyó la espalda contra el marco de la cama, los ojos se cerraron con fuerza para evitar el sueño antes de abrirlos una vez más.

"¿Te gusta ese más?" preguntó Lila.

"¡Sí! Me gusta la letra”. Hir sonrió mientras la miraba.

"¿Es eso así?" Hir parecía una pequeña estrella, tirado en su cama con las extremidades estiradas a los costados. El parecido de Hir con una estrella le hizo pensar en su propio anillo, recordando cómo planeaba pedirle a Hizette que le enseñara a Hir a hacer uno. Mostrarle su anillo parecía una buena idea; ya que hacerlo le ayudaría a acostumbrarse. Inicialmente pensó que pospondría mostrárselo hasta que supiera cómo usarlo bien, pero ahora es un buen momento como cualquier otro.

Ver a Lila sentada erguida hizo que Hir también se incorporara. "¿Madre?"

"Hola". Lila llamó.

"¿Sí?" Hir se tensó visiblemente en su lugar ante el repentino cambio de atmósfera.

Los ojos de Lila recorrieron el rostro de Hir, que esperaba pacientemente a que continuara. "Hola".

“S-sí…” tartamudeó Hir. Su mente se tambaleó sobre las cosas que ella diría. ¿Iba a echarlo de su habitación? Hir sabía a ciencia cierta que su madre no era tan dura como solía ser, que ya no lo trataba de esa manera, pero no pudo evitar la ansiedad que se estaba acumulando dentro de él al escuchar su voz. Él la miró con preocupación.

"¿Quieres ver una estrella?"

La inquietud que sentía se desvaneció tan pronto como había llegado. Hir asintió con entusiasmo, con muchas ganas de ver las estrellas, pero no pudo ya que no se le permitía dormir con las ventanas abiertas de par en par, especialmente por lo heladas que podían llegar a ser las noches. "¡Yo quiero!" Su rostro se iluminó de emoción mientras rebotaba en su lugar. “¿Vería muchas estrellas si abrimos las ventanas?”

"No es eso." Lila respondió.

Hir dejó de moverse, ladeando la cabeza confundido. "¿Oh?"

“Hay otra forma de verlo de cerca”. Lila alcanzó el cajón al lado de la cama y sacó la pistola blanca. Inclinó su mano y creó un anillo, siendo capaz de ejecutarlo bastante bien gracias a la memoria muscular de Madame Marshmell. "¿Ver?"

"¡Guau!" Hir exclamó al ver un anillo de oro vagando por la pistola. Parecía una estrella en la oscuridad. "¿Qué es esto? ¡Es asombroso!"

Lila estaba encantada con la respuesta del niño. Se llama anillo. ¿No es hermoso?

 

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