Capítulo 132

 

“¿Qué pasa si el aroma de la flor no se ha ido todavía? Deje entrar al Arzobispo por ahora.”

Ante mis palabras, Enoch y Kayden agarraron rápidamente a Ruzef y lo arrastraron a la habitación. Cerramos la puerta con fuerza.

Ruzef luego empujó a Enoch y Kayden, corrió hacia mí y tomó mi mano.

"¿Qué pasó? ¡Jovencita, estás a salvo!”

Apoyó la frente en el dorso de mi mano como si rezara y dejó escapar un suspiro de alivio. Lo miré con una cara desconcertada.

Después de un rato, de repente levantó la cabeza y gritó: "¡Cómo pudiste dejarnos tan de repente!"

Ruzef tenía el rostro lleno de ira. No, ¿es una expresión triste? De todos modos, me miró con el ceño fruncido y tiró de mi mano en su abrazo.

"…… Estaba preocupado."

Su cuerpo temblaba con su cara enterrada en mi hombro.

Miré a Enoch y Kayden mientras Ruzef me abrazaba. Enoch se quedó quieto con los brazos cruzados mientras Kayden solo miraba, encogiéndose de hombros.

"¿Qué pasó? ¿Qué pasa con el señor Diego? ¿Por qué están todos separados?

"Bueno... para encontrarte, dividimos nuestro equipo en dos: Su Alteza y Señor, Sir Diego y yo".

A mi pregunta, Ruzef miró a Enoch y Kayden antes de responder. Enoch asintió con la cabeza en respuesta.

Ruzef explicó la situación. “Sir Diego, que estaba explorando el bosque conmigo, desapareció repentinamente sin hacer ruido. Encontré este lugar mientras deambulaba solo por el bosque”.

“¿Desapareció de repente? ¿Podría haber pasado algo?

“Yo tampoco sé cómo sucedió”, respondió Ruzef confundido mientras se frotaba la cara cansada.

Ahora que lo pienso, se ve bastante demacrado. Parece que no está durmiendo bien.

-gruñendo.

El vientre de Ruzef sonó con fuerza, lo que indica hambre. Su rostro se puso rojo, probablemente avergonzado. Sorprendido y confundido, bajó la cabeza.

"Estoy muy hambriento."

Sus palabras también me dieron hambre. Aquí tengo comida enlatada, pero no Enoch, Kayden o Ruzef.

Creo que la última comida que tuvieron fue justo antes de que aparecieran los monstruos anaconda gigantes.

No hay nada extraño en que alguien se desmaye de inmediato.

“¿Hablamos después de comer?”

Ante mis palabras, Ruzef preguntó: "¿Tienes algo para comer?"

Enoch y Kayden también me miraron con curiosidad. Agarré mi bolso y saqué la comida enlatada que había empacado.

Al final, decidimos comer primero antes de evaluar la situación y elaborar un plan. Me senté en el piso, abrí la comida enlatada y se la repartí a todos.

"¿Qué es esto? ¿Cómo sabe así?

Después de comer jamón enlatado, Ruzef abrió los ojos y quedó encantado como si hubiera conocido un mundo nuevo. Simplemente me enorgullece.

Por otro lado, Kayden y Enoch estaban comiendo con expresiones bastante sutiles. Los miré con una cara perpleja y pregunté: "¿No es bueno?"

"Eh……?" Kayden me miró con cara de perplejidad y luego desvió la mirada. "No es así……"

“Originalmente, quería hablar contigo por separado con Lord. Sin embargo, también está bien con el arzobispo”.

Enoch respondió en nombre de Kayden, quien vaciló al final de sus palabras. Ruzef, a quien llamaron por su nombre de repente, parpadeó sin saber por qué.

Enoch me miró con calma. "Margaret, hay algo más que me gustaría preguntarte".

Cuando el ambiente se volvió serio, el confundido Ruzef me miró con una cara que parecía haberse dado cuenta de algo.

¿Qué ocurre?

Sin saberlo, me tensé. Eunji, que había estado durmiendo cerca, se deslizó hacia mí y descansó en mi regazo.

Enoch dijo con calma: "Ese maldito mago dijo que hay otra alma en ti".

"…… ¿Qué?"

Sorprendido, me congelé en el lugar. Kayden suspiró y agregó: “Solo creemos lo que dices, Margaret. Así que dinos la verdad.

Mi corazón se hundió.

Dejé la comida enlatada que tenía en la mano. Traté de mantener la calma en mi rostro, pero sentí que se me helaba la sangre.

Miré a Enoch, Kayden y Ruzef por turno. Todos ellos me están mirando.

Tengo miedo.

¿Están decepcionados?

¿Se sienten traicionados por mí? ¿O están dudando de mí?

Me estrujé el cerebro con fuerza para encontrar las palabras adecuadas. ¿Qué debo decirles para que me entiendan?

Mientras pensaba en eso, mis ojos se pusieron calientes y las lágrimas brotaron de mis ojos.

En poco tiempo, las lágrimas caían por mis mejillas sin control, y los tres hombres me miraron con pánico.

"Si eso es cierto, ¿me odiarás?"

Mis lágrimas seguían fluyendo.

Al principio, traté de sobrevivir por mi cuenta, pero ¿cómo terminó así?

Esta es la primera vez que abro mi corazón a otra persona. No sé cómo era Margaret, pero mi yo actual tampoco es Lee Jin-ju.

No se puede negar que me gustan. Dejando a un lado los sentimientos racionales, simplemente me gustan como seres humanos.

Me sequé las lágrimas con el dorso de la mano y los miré a los tres.

“Perdón por mentir……”

Incapaz de terminar mis palabras, fruncí el ceño. Estallé en sollozos de nuevo que no podía hablar.

Fui yo quien mintió todo el tiempo.

Sabía que en algún momento empezaron a creerme. Aun así, fui yo quien conscientemente se mantuvo un paso cobardemente.

Tenía miedo de ser odiado por aquellos a quienes primero entregué mi corazón, pero ahora ya no puedo evitarlo.

¿Decir la verdad y compartir secretos puede conducir a una relación genuina?

Solo mis sollozos llenaron la habitación por un rato.

“Margarita, lo siento. No llores.

El primero en romper el silencio fue Kayden. No sabía qué hacer y me pidió disculpas.

Sin embargo, una vez que brotaron mis lágrimas, no se detuvieron fácilmente. Ni siquiera limpiarme las lágrimas con las manos es suficiente.

Al final, Enoch trajo una camisa extra de la percha. Examinó mi rostro cuidadosamente antes de limpiar las lágrimas de mi rostro.

No dijo nada, pero por alguna razón, su suave toque me hizo sentir aún más triste.

A pesar de que seguía secándome las lágrimas, no pude evitar que las lágrimas brotaran de mis ojos.

Enoch suspiró y bajó la mano. Parece haberse dado cuenta de que secarme las lágrimas no es el problema.

Ruzef y Kayden se pararon a cada lado de mí, moviéndose vacilantes como robots rotos.

"Margarita".

Resoplé y miré a Enoch. Como pidiendo una respuesta a la pregunta que acababa de hacer, su mirada era tenaz.

Finalmente, logré contener las lágrimas y abrí la boca. "¿Jenas dijo algo más?"

“Hay otra alma dentro de ti, nos estás engañando a todos. Eso es todo lo que he oído.

Parece que dijo eso para provocar un motín. ¿Jenas sabe que soy Lee Jin-ju? ¿Anata dijo eso? ¿Hasta dónde me conoce Jenas?

Creo que él no sabe la verdad de que yo era la 'verdadera' Margaret.

Mientras pensaba en eso, Enoch dijo: "Sé que dijo eso para abrir una brecha entre nosotros, así que no te preocupes demasiado".

"Pero, es verdad", murmuré desalentado.

Kayden agarró mi hombro con una cara de sorpresa por mi honesta respuesta.

"¿De verdad no eres Margaret?", preguntó.

Me sentí un poco triste cuando Kayden me miró con una expresión de incredulidad. He tenido intercambios emocionales con él, pero parece que ya no le gusto porque no soy Margaret.

"¿Me odias porque no soy Margaret?"

Bajé los ojos con impotencia. No tengo la confianza para ver la expresión de Kayden. Todavía tengo conciencia, así que no espero nada.

Mientras esperaba su respuesta con la mente tan vacía, Kayden me agarró la barbilla.

"¿Por qué dices eso? ¿Cómo podría odiarte? No sucederá a menos que el mundo se acabe y yo muera”. Kayden me consoló muy dulcemente.

Avergonzado por las palabras absurdamente exageradas, terminé estallando en carcajadas. Se siente como ser levantado de inmediato después de hundirse profundamente en un pantano lejano.

Pude ver a Ruzef, que estaba inmóvil, suspirando aliviado por mi reacción.

Enoch me miró con ojos tranquilos y quietos. No sé lo que está pensando con esos ojos. Entonces me llamó.

"Margarita".

"¿Sí?"

“Originalmente, despreciaba a Margaret Rose Floné. Tú también lo sabes, ¿verdad?

"Ah, sí."

Asentí con desconcierto. Porque no sé por qué está hablando de esto de repente. Kayden miró mi rostro ansioso y tomó mi mano con cuidado.

Enoch miró mi mano entrelazada con la de Kayden. Se quedó mirando nuestras manos durante mucho tiempo antes de preguntarme.

"Parece que también tienes recuerdos de Margaret, ya que confirmaste que eres otra persona".

“…… También tengo recuerdos de Margaret. Sé que es difícil de creer, pero es verdad. Soy Margarita, pero no soy Margarita. Para ser precisos, en lugar de ser una persona diferente, es más probable que Margaret haya cambiado y se haya convertido en mí”.

Enoch se cruzó de brazos e inclinó la cabeza. No había ninguna expresión en su rostro, por lo que parecía aún más indiferente y frío, pero eso en realidad me hizo encoger.

“Sé que esto no es realista. Yo tampoco puedo creer que esto esté pasando. ¿Quién soy? No sé……"

Mientras explicaba, volví a entristecerme, así que me detuve, sin palabras.

¿Cómo puedo explicar esto comprensiblemente? Para ser honesto, no sé cuál es mi identidad incluso mientras digo esto.

Enoch me miró con cara inexpresiva y luego abrió la boca.

“Hablando de poco realista, soy aún menos realista por estar tan loco por la mujer que despreciaba”.

Estaba tan nerviosa de que pudiera culparme, pero abrí los ojos por la sorpresa ante las palabras inesperadas que escuché.

Kayden y Ruzef miraron a Enoch con un leve asentimiento, sus ojos parecían decir 'Sí, lo eres'.

Enoch me miró directamente con una mirada tranquila sin ningún prejuicio.

“Todo lo que quiero saber son hechos objetivos. De esa manera puedo protegerte por completo. ¿Pensaste que cambiaría solo por eso?

"Ah…"

Al escuchar esas palabras inesperadas, me congelé aturdido como un idiota.

Kayden, que sostenía mi mano, tiró de mí suavemente como si me pidiera que lo mirara.

“Ahora dime lo que piensas, Margaret. ¿Fueron todos tus sentimientos y actitudes hacia nosotros una mentira?

Rápidamente, negué con la cabeza ante la pregunta de Kayden.

"No absolutamente."

"Eso está bien entonces".

Kayden dio una respuesta tan simple y luego dio un paso atrás. Él, como Enoc, es tan firme como un árbol.

¿Cómo pueden estos hombres ser así? ¿Cómo pueden ser tan inquebrantables?

“Yo también creo en ti”, dijo Ruzef, que había estado observando en silencio.

Y ante las palabras de Ruzef, Kayden frunció el ceño y lo miró.

“Hola, Ddaggari. Eres un fanático de Margaret.

“¿Qué humillación es esa? Soy leal a mi Dios.”

"Sí, lo eres".

Cuando Kayden respondió con indiferencia, Ruzef estalló de ira. Al ver que los dos comenzaban a discutir de nuevo, negué con la cabeza y sonreí.

De alguna manera, sentí como si las cortinas que cubrían mi visión se levantaran y finalmente entrara una luz brillante.

 

Traducido por: Sbd